UNA HISTORIA DE VIDA 2/10

Pasaron a un gran salón, algunos internos ya estaban con sus visitantes
En una zona cerca de la ventana estaba Antonio, levanto la mano  llamándola. Llevaba seis meses en Olmos, por estafa con tarjetas de crédito
Después de charlar sobre la causa. Delia puso el mantelito y le fue sirviendo lo que llevo, comió un  huevo, un tomate y una pata de pollo. Bebieron la gaseosa de la botella, tal como había supuesto se conservaron   frescas.  El resto del contenido de la canasta lo traspaso a una bolsa de nylon para después y compartirlo con  sus compañeros.
Antes de finalizar el horario, le dijo tener  una buena noticia, había estado  el abogado, con la  autorizaron lo que llaman  “visitas higiénicas”, que Antonio las llamo  “encuentro de amor”, se iba  a comunicar con ella para  los análisis.
Los familiares se fueron despidiendo, era un momento triste, los únicos que demostraban alegría eran algunos niños que saltaban y corrían, en su inocencia, con madres preocupadas de perderlos  entre tanta gente.
Ya no llovía. Delia caminó tan rápidamente como pudo, hasta la avenida para contrarrestar el frio.
El regreso fue lento, tuvo que dejar pasar dos ómnibus completos, cambiar en la terminal, habían sido muchos gastos para otro taxi
Llego al departamento, se quitó la ropa húmeda y se dio un largo baño, a pesar del cansancio, quería recomponer la temperatura del cuerpo, y sacarse el olor de la cárcel
Se abrigo con la bata de baño, envolvió el cabello con una toalla, se acostó con la bolsa de agua caliente y un café doble
Llego el día  del encuentro, lo nervios no la habían dejado dormir otra vez. Solo había logrado juntar unas barritas de chocolate para el “encuentro de amor” como lo bautizo Antonio
Todo tan diferente, la ropa con la que la que ingreso, por suerte había logrado lavarla, una compañera le presto un conjunto de ropa interior que le habían regalado sus hijos el último día de la madre, solo lo uso esa noche un rato para ver como lucía.
Tal como le había dicho Antonio, el abogado la llamo,  tenía las ordenes de un  examen clínico básico y la investigación de enfermedades de trasmisión sexual. Debían ser realizados en un hospital oficial y luego presentados al Servicio Penitenciario
Ese mediodía, en el descanso del almuerzo de su trabajo, paso por el estudio y la secretaria le entrego todo el papelerío
En la semana consiguió los turnos,  en 10 días  completó y estaba apta de salud para concretar  las visitas
Su alegría se opacó  al llegar a su departamento, estaba la policía con una orden de allanamiento y el pedido de su detención por complicidad en la estafa
Llamó al abogado, le leyó la orden, debía permitirles el ingreso. Le aseguro que cuando el juez lo autorizara la vería
No les demando demasiado tiempo, una pequeña cocina, el dormitorio y un espacio con ínfulas de ser living, escasos muebles, revisaron todo y se llevaron la computadora

Lo peor fue que la sacaron esposada, le permitieron usar una campera con capucha y colocar una bufanda tapando las manos. Fue introducida en una camioneta, en el asiento trasero separado por un vidrio de seguridad, reforzado con entretejido metálico.

Lapislazuli

2 comentarios:

  1. queridos amigos, me han desaparecido todos los comentarios
    Estuve buscando y dicen que no es posible recuperarlos
    Por suerte los habia leido, todo surgio de la moderacion, me hace enotjame mas con esas personas que entran a poner cosas desagradables
    Abrazos

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  2. MARINEL dijo
    Es una cruda historia ésta, la verdad, pero es buena para sacudir conciencias.
    Un abrazo.
    MARIA CRISTINA:
    Todo empeora, veremos, un abrazo Lapislázuli!
    DULCE: La vida es muy dura tantas veces y esta historia refleja ese lado nada grato.
    Un beso dulce y dulce semana.

    RECUPERADOS DEL CORREO

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